info@bokeronrugby.com

Club Rugby Málaga

BOKERÓN Rugby Club

¡10 años de valores, amistad y Rugby!

Este club...
"¡va bien pa lo tuyo!"

Porque independientemente de cómo seas, tu estado físico o mental, si tienes experiencia en rugby o jamás has tocado un balón, si eres feo, guapo, alto, bajo, entradito en carnes (gordo), enjuto (canijo), si padeces de pies planos, juanetes, alopecia severa, hirsutismo (si padeces un ozito), mal de amores, estrés…

Si padeces de matrimonio, soltería empedernida, falta de capacidad de concentración, tensión alta o baja o cualquier trastorno asociado al tiempo (al tiempo que hace que viniste al mundo), sea cual sea tu estado y condición, las tres cosas realmente necesarias para que seas BOKERÓN son:

Ser buena persona, humildad y ganas de disfrutar…

Y por supuesto, que te inscribas.

Resultados probados

Son múltiples los testimonios de bokerones que no habían tocado un balón, pisado un campo de rugby ni disfrutado de un tercer tiempo. La constancia en el entreno (de los tres tiempos) te proporcionará un cambio de estado físico incuestionable.

Esto es rugby

Aquí no juegan las estrellas. Es el equipo. Todos formamos parte del mismo organismo. La capacidad de trabajar en grupo minimizará tus debilidades y amplificará tus fortalezas. El equipo es mucho más que la suma de las partes. El equipo es la leche.

Sí, hay muchos golpes

No es un falso mito: en el rugby terminamos calentitos de zurrarnos conforme a las normas, diseñadas para no hacernos (mucho) daño. Esto mejora nuestra condición física, pero más allá de esto, entrenar así un par de veces a la semana ayuda a liberar estrés de una forma bárbara. Los masajes están sobrevalorados: una buena tunda un par de veces a la semana y vas a estar más suave que un guante de piel de muflón.

Nuestro programa
de entrenamiento

¿POR QUÉ ENTRENAR RUGBY EN MÁLAGA?

¡Prueba bokeron antes de unirte al equipo!

Si quieres ven a probar unos cuantos entrenamientos antes de tomar la decisión de hacerte BOKERÓN:

NUESTRO PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO DE RUGBY

entrenamos FUERZA

Da igual cómo empieces. Da igual la edad que tengas. No importa que no puedas ni levantarte de la silla cuando llevas dos horas sentado. Da lo mismo si no has jugado al rugby en tu vida. Cuando seas BOKERÓN, en pocos meses vas a estar hecho un mulo.

Entrenamos RESISTENCIA

¿Cansado de tener que pararte en cada tramo de la escalera a descansar?

Con el programa de entrenamiento BOKERÓN en unos meses seguirás parándote en cada tramo pero subirás los escalones de dos en dos.

BE SEXY, MY FRIEND

Esto está más que comprobado. No hay nada más sexy que un jugador de rugby.

Aviso: a veces es algo embarazoso que te paren por la calle a comentártelo. Pero es el precio de ser bokerón.

NUESTROS FICHAJES

Sobre Nosotros

Galería Fotográfica

Te dejamos algunas fotos de entrenamientos, partidos y terceros tiempos. Somos una familia que disfruta con deportividad de todos estos momentos.

¡Apúntate a nuestra aventura deportiva!

Testimonios de jugadores de Rugby

El capitán.
El capitán.
Read More
«De rugby no hablaré. Hay mucha gente que ya lo está haciendo muy bien, gente más cualificada y más legítima que yo para hablar de esto. Se me pidieron unas palabras como capitán, pero tampoco considero que sea el foro adecuado. Las palabras del capitán son para el vestuario, los partidos, … en mi opinión, son palabras más íntimas y difícilmente extraibles de su contexto ¿Qué me queda ? En estas circunstancias, lo mejor es hablar de mí y de este club, de nuestra historia común. Empezamos hace unos 6 años en la playa, tres padres, tres profesores y los niños … obligados. Nos veíamos una vez cada tres semanas en la playa de la Caleta, y poco a poco la gente se ha ido apuntando, muchos no habían jugado nunca al rugby, algunos descubrieron que la pelota se pasaba hacia atrás mirando vídeos en YouTube … Una verdadera arca de Noé con gente de países distintos, algunos peleados con el castellano, de horizontes muy dispersos, con o sin familia, algunos más perdidos que otros …. y hasta unos chavales que hemos acogido y que se han quedado. A veces fallamos, y por desgracia el injerto no siempre funciona. Más allá de la cuenta Instagram, de toda una gama de productos derivados (incluyendo una cerveza), de los 5 grupos de WhatsApp (uno para el rugby, otro para las bromas, otro para salir, otro para la lotería – en España no puede ser de otra manera – , y el último que no podía faltar: sólo para los delanteros), lo que hemos conseguido es sobre todo crear un grupo de amigos, un equipo y un club. Hoy tenemos un coach, un presidente, ya un ex presidente, un magnífico campo para entrenar, el Manuel Becerra en el Rincón, entrenamos dos veces por semana (hemos mantenido el domingo en la playa que forma parte de nuestro ADN pero nos hemos pasado a las Acacias donde la cerveza es más barata), jugamos un partido al mes y ya hay algunos bokeroncitos jugando con una pelota ovalada. La aventura sigue. Hemos crecido, aprendido un montón, yo el primero, y no sólo de rugby. Cada uno lo vivirá a su manera pero yo ya necesito mi dosis semanal, de rugby y de amigos. Tengo claro que este club me aporta mucho más de lo que yo le doy. No sé si sólo el rugby permite esto, quiero pensar que estas aventuras se pueden vivir con cualquier deporte colectivo. Finalmente, parece que no me quedó más remedio y acabé hablando un poco de rugby, de nuestro rugby.»
Señor Gordo.
Señor Gordo.
Read More
«La primera de las veces que acudí a entrenar a la playa no las tenía todas conmigo. Hacía años que el único ejercicio que desarrollaba era entrar y salir del coche. Y me costaba mucho. Había estado en aburridos gimnasios llenos de sudorosos músculos y espejos, alimento de vanidades ajenas donde nunca me sentí integrado. Ocasionalmente jugaba al paddle, pero al final entraba en una dinámica de recoger errores del suelo y devolverlos con la pala. No era ni deporte ni diversión. Intenté también salir a trotar pero ya mi peso y mis rodillas eran excusa suficiente para dejar de intentarlo. A mis 44 solo me quedaba lo de «mens sana», porque lo de «corpore sano» cada vez iba a peor puerto. Recuerdo todas las dudas del principio, sobre todo las dos o tres primeras veces que algún animalito me tumbó porque a cualquier otro se le ocurrió pasarme el balón. Recuerdo que siempre había alguien para levantarme y otro alguien para explicarme qué tenía que hacer para que no me hicieran daño, para que no me tumbaran o simplemente para que el juego siguiera en continuidad. Recuerdo que a las segundas vueltas de calentamiento el pecho me ardía y el corazón se me salía por la garganta. Pero paraba, andaba un rato, volvía a correr con la manada y todos tan contentos. Jamás nadie hizo más que ayudarme. Jamás nadie me presionó para que siguiera corriendo. Pero todos me fueron animando cuando, semana tras semana, esas vueltas iban siendo cada vez menos pesadas y yo iba aguantando en cada entrenamiento un rato más de ejercicio. Recuerdo los primeros partidos, cuando no aguantaba rachas de más de 10 minutos sin pedir cambio. Recuerdo no saber dónde colocarme ni qué hacer exactamente porque nunca en mi vida había jugado al rugby. Pero siempre había un animalito que me decía dónde ponerme, qué cubrir, dónde atacar… Ha sido todo tan fácil, tan divertido, que no me creo que cuatro años después haya cambiado parte de la grasa por músculo, aguante un partido completo sin cambios y siga cometiendo errores en el juego que me hacen aprender cada día de este deporte que es tan grande que se tarda un par de horas en comprender pero toda una vida en aprender. Ese primer día un sabio me dijo «Tú vente a entrenar con nosotros. No importa que no conozcas este deporte. Es una cosa muy sencilla: Las hostias siempre son las mismas. Si somos más, cabremos a menos cada uno». Y aquí estoy. Y aquí estamos.»
Luciano, Lucho.
Luciano, Lucho.
Read More
«Mi inicios en el rugby se remontan a mis 10 años cuando empiezo a jugar en un club de Buenos Aires. A los 20 años por obligaciones dejé de jugar. A mis 40 y con la correspondiente crisis existencial y viviendo en Málaga, busqué en internet donde había un club de rugby. En aquel entonces los Bokerones no tenían presencia en la red, pero encontré un Victoriano (club hermano de los Bokerones donde juegan los jóvenes). Le escribí y le pregunté cuando se entrenaba. Al llegar al campo lo busco entre muchas personas, y me pregunta…”tu cuantos años tienes?” Al confirmar mis 40… me dijo… tu vas con ellos… señalando una banda de viejos gordos, calvos desaliñados. Y ese fue mi primer día como Bokerón. Un entrenamiento físico mortal… de esos que te hacen pensar si quieres volver al próximo entreno… y aquí seguimos… 6 años después sigo siendo Bokerón y modelo de camisetas del equipo. Aclaro… estoy más calvo, tengo más canas y estoy más gordo, pero soy feliz.»
Previous
Next

Conócenos

Nuestro Canal de Youtube

@BokeronRugbyClub

Ir a: https://www.youtube.com/@BokeronRugbyClub

Disfruta de
nuestros partidos

¡Tu aventura deportiva
comienza!

¡Apúntate!

Contacto

Escríbenos y participa en esta aventura deportiva.